La nueva edición de la ciudad del hombre, un “clásico” de 1984, es en realidad una herramienta de batalla. Giuseppe Lazzati lo concibió precisamente para difundir un mensaje cuya urgencia percibía, un manifiesto "político" para iniciar un nuevo camino y un nuevo pensamiento.
Para él, en efecto, la ciudad del hombre no es una ciudad cristiana que deba ser interpretada según los criterios del cristianismo, ni una ciudad totalmente separada de la fe y de la religiosidad, sino que es una realidad que pide a sus habitantes que se comprometan con el bien. común.
Estas páginas, acompañadas de nuevas aportaciones que interpretan y actualizan el pensamiento de Lazzati, siguen teniendo hoy un gran valor cultural como herramienta preciosa para adquirir una mayor conciencia política que luego se expresa en el pensamiento y la acción política.