Virginia Blanco es una mujer de gran fe, dedica su vida a Dios y al servicio de los demás. ellos eran conocidos
sus dones excepcionales de caridad, honestidad y profunda espiritualidad. Contemplativa y activa al mismo tiempo, evangeliza incansablemente, con sencillez y espontaneidad tanto de palabra como de obra. Es un catequista ejemplar en español y quechua y, desde hace cuarenta años, profesor de religión en varias escuelas públicas.
En 1962 fundó el "Grupo de Oración y Amistad" en Cochabamba, cuyo asistente es el Padre Sayòs, SJ. Abrió en su casa un "policlínico" para personas de escasos recursos económicos y un "comedor popular" que aún hoy funciona.
Desde muy joven ocupó diversos cargos en Acción Católica y era Presidenta de la Asociación de Mujeres de Acción Católica cuando la muerte la sobrecogió repentinamente.
Las personas que la conocieron sintieron la presencia de Dios en ella y vieron su rostro reflejado en ella: vivía como sumergida en Dios.
Fue declarada venerable el 22 de enero de 2015.